
Bueno, ahí entendí como funciona mi cerebro. Explico, si te interesa leelo sino chau.
Un día vino alguien y cavo un pozito bastaaaante profundo en mi cabecita. Lo lleno de palabritas, chocolates y mimos y decidió irse. Ese pozo necesitaba alguien que lo llene con esas pelotudeses, pero, no había nadie. Entonces surgió algo que se llama "extrañar" que después se volvió en una pequeña patología propia de mi.
El pozo seguía vació HASTA QUE... llego otra personita que lo empezó a llenar de besitos, palabritas, café y chocolates. Mi patología, enfermedad, se fue, desapareció (:
Lo que ahora pasa es que ese "remedio" o "llenador de pozos" que vino un día, tiro una amenaza de irse y abandonar mi hueco de antojos, por lo tanto en defenza, mi cuerpo vueeelve a agarrar la patología ya crónica propia de Camila.
Dijo que quería hablar conmigo mañana a la salida. Espero que no se valla la reputísima madre. Me hace bien.