21 de octubre de 2013

Dame música para blogguear. Dame música para leerte.
Estoy en trance, no paro de pensar y de no pensar. Es como estar en una almohada profunda, descansar, no respirar y mirar las paredes blancas.
Quiero escribir, leer y escribir. Parar de pensar, parar de llorar. No quiero llorar más, quiero
No quiero comer, como igual.
No sé si sirvo para esto pero quiero que me sepas usar. Leeme.
Haceme sentir.
Escribo con los pies, mis pies caminados.
Otra vez en la línea delgada, la línea de meta. ¿Estas lista para jugar?
Siempre mejoró todo. Cielo me parte la cabeza, y una cabeza abierta piensa mejor. Yo no pienso, esa nube densa y gris se acerca. Probas un bocado y llueve. Un pucho y muchos puntos y seguido.
'El huequito le gustó y lo voy a hacer más grande para él.'

14 de octubre de 2013

Hay que crecer

Hay que escribir, hay que crecer. Hay que aprender, hay que decidir.
Es un proceso, cada cosa lo es. Es un proceso no pensar, y sus consecuencias son el curso más lento.
Otro proceso es pasarla bien porque hay que pensar, pero no tanto!       no te hundas, porque la vas a pasar mal y... es otra cosa volver a pasarla bien.
Decidí y maneja. Sin licencia, con cambios. Pero nadie avisa si dobla o frena, ni siquiera si tenes una aplanadora sin frenos atrás tuyo. Cagaste.
Es obvio que vamos a tener un destino, aunque sea el estar perdidos. Perdete y mira el cielo. El cielo es grande y vos una mierdita con los pies pegados al suelo y la cabecita flotando como un globo con helio. El hilo de algodón atado en el cuello te salva de que no te vueles por completo.
Tengo un años más. Y cada 13 de octubre me siento más grande pero, a la vez más chiquitita. Es loco darse cuenta como diferentes partes de vos crecen, sin sincronía, siguiendo nada más las ganas de la naturaleza. La naturaleza de la ciudad. Algunas partes crecen, la esencia trata de quedarse y perfumarnos el alma.
Vivir es EL proceso. Siento que son lo mismo.
No soy extremista, no voy ni vuelvo. Me gusta que la gente vaya, solo si vuelve. Quedate un rato y después andate.
No quiero levantar polvo para no ensuciarme. Pero mi mente vuela, levanta el piso y se ve el infierno desde acá. El cielo y el infierno como un vaso de agua y aceite emulsionados.
¿Emulsionados?
Por suerte las personas nunca emulsionan. 'Nunca digas nunca'. Por suerte las células no se unen a otras, va... ¿si nos trasplantamos los cuerpos?
Hay que escribir, hay que mirarnos desde afuera. Miremos otras perspectivas, hay millones o ninguna. Hay que pensar y devolverle la mirada al cielo que siempre nos observa.