20 de febrero de 2012

Carnaval en el río




Pasaron más tiempo imaginando encuentros... que viéndose a los ojos y acariciando sus rostros. No por eso sos un sueño, porque todavía puedo sentir tu perfume y tu aliento envolviendo la noche. Tampoco sos mi mente volada, porque nunca imaginé poder encontrarte. Por más que te vea todas las noches al despegarme del suelo, mis pesadillas me recuerdan cuando tomamos nuestros caminos.
Aquella noche era muy tarde para decirte adiós para siempre, no me lo hubiese perdonado nunca. Pero también, eran muy tempranas las lágrimas que desprendí por extrañarte... me vi atrapada en mis lágrimas y en los besos que me podrías dar. Esa noche, para todo el mundo era de colores brillantes, canciones y alegría carnavalera, y para mi fue la noche más triste y feliz de mi vida. Nunca me gustaron los corsos y ahora menos. Ése último beso apagó los carnavales, apagó mi tristeza y el mundo se paró, amo cuando lográs eso.
Siempre dije que no tenía que arrepentirme de mis actos, pero esa fue la gran excepción... soltarte la mano como si nada, aparentando una cierta calma. Que a los dos micro-segundos de subir a ese taxi ya se había ido, mi mundo se caía de a poquito.
Es que no puedo pasar una mañana sin tu buenos días, ni un día sin imaginarte. Aprendí a valorar hasta un mínimo texto. Aprendí y aprendo a amarte y a no tenerte todos los días... Vacío será el día en que no tenga la seguridad de volver a verte.
Creo que una se da cuenta de que esta triste cuando con la lluvia se cae una lágrima. Dos perfectas gotas que caen hasta que el sol las seca, dos cansadas gotas por extrañarte...

12 de febrero de 2012



La calma antes de una tormenta, eso es lo que asusta. Empezaste a escuchar el viento, y el sol huye de nuestras miradas aterradas. Las nubes negras y gordas nos anuncian lo pequeños que somos en el mundo y con que facilidad nos podemos volar. Agarremos nuestros hijos y escondamonos abajo de la tierra vecinos.
No me voy a hacer la inocente, aunque algo sé que tengo, pero siento que algo viene siento que el viento azota mis ventanas papá.
Abajo de mi cama armamos un refugio con mi hermana, y la tengo con tanta fuerza pensando que si la pierdo no quedaría nada de mi. Tapo sus oídos aunque la tierra y el viento me golpeé a mi.
No vuela una palabra, pero las cabezas explotan. Escucho todas las preguntas juntas, nunca nos había pasado por ensima algo así. Afuera otra vez se siente esa calma pero tiene otra esencia, una triste papá. Se ven las caras tristes, tan destrozadas como quedó lo que construimos con años y sonrisas.
Mama ordena lo inordenable, pero ella puede. Veo como su cabeza piensa mil cosas a la vez, muy rápido y una sobre otra pero ellas las entiende, como en un día agitado de colegio, compras y mandados. Papá analiza, cruzado de brazos, con el ceño fruncido y la cara larga que le arrastra en la tierra. Nos ve a mi y a mi hermana, después a mi mamá limpiando y hace una vista panorámica del paisaje de escombros. Tengo miedo de que esta vez no encuentre una solución.
¿Cómo terminamos? ¿terminó? ¿estamos todos bien?
Suelo contestarme a las preguntas, pero ahora no puedo. La tormenta no terminó dicen los señores de la tv.
Es increíble como cambian de importancia las cosas en mi cabeza. Aunque durante el desastre siempre necesite tu palabra, siempre el deseo estuvo ahí. Sé que por allá también paso la tormenta mi amor, sé que estabas preparado y que tu casa era más fuerte que la mía. Quiero que para la próxima me ayudes a construir una así, para refugiarnos mejor.

4 de febrero de 2012

Extrañarte




Sería más sencillo si me acostumbrara a extrañarte, todo sería más sencillo si no me estuviese enamorando cada vez más de vos. Podría probar, intentar acostumbrarme a extrañarte pero lo que nunca voy a poder, y me atrevo a decir 'nunca', es a que me falte tu voz, tu poder de borrar al mundo con un beso, tus abrazos que me dicen que todo va a estar bien. Pero ¿para que hacer las cosas fáciles? Levantamos peso para ser más fuertes, estudiamos cálculos interminables para ser más inteligentes, escalamos alturas para ver el paisaje, armamos planes para romperlos y seguir más adelante. Nos ponemos a prueba todo el tiempo para saber de qué estamos hechos y dar un paso más.
El tiempo no espera a nadie, no para. Pero parece que mi tiempo no es el mismo que el de las canciones, el mio no avanza.
Hay algo que quiero que sepas, que nunca se lo dije ni a mi propio corazón: Quiero ser más fuerte para vos, quiero que me enseñes a amar, quiero que seas mi "más adelante". Quiero tantas cosas y me siento una nena pidiendo cosas sin saber realmente para qué lo quiere... porque ahora, ahora nada más me toca extrañarte, esperar y volver a extrañar.
Tengo miedo de que con el tiempo me olvide tu mirada o el tono de tu voz. Tengo mucho miedo de perder una oportunidad de verte y que se acumulen cada vez más los 'te amo' que tengo para regalarte. Y mi miedo más grande, es que no podamos agarrarnos más de las manos ni caminar juntos nunca más.
Suspiro y digo, "si todo fuese más fácil...!" Mi amor, si todo fuese más fácil hoy no te diría te amo.