3 de septiembre de 2011

Primavera prematura.


Hacía cuanto que no salía a bailar, pf. Y proporcionalmente directo al tiempo que no salí, fue mi resaca. Fue algo tranquilo, y me despertó un poco. Sé que cambié, y me di cuenta cuando volví a ese entorno de personas "normales?". Qué sé yo, en un mes cumple 17 y me siento como de 22 años. No creo que mucha gente lo entienda, cada uno vive al tiempo que quiere o puede. (Yo entiendo que ellas no lo entiendan. Complicado de leer, y más todavía de comprender).
Sábado de prematura primavera, lástima que lo empecé para el orto. Me sonó el despertador media hora, hasta que me levante a hacerme un café y a ponerme a estudiar. Skrillex, un poco fuerte en los auriculares espanta cualquier pensamiento cuerdo. Pintoresco, hasta que llega la alegría de mi casa.
No sé porque, no me sentía cómoda en mi propio hogar, una mierda, pero bueno. Ya tenia una solución en mis manos, asique deleite mis sándwiches de jamón, queso y mostaza, salude un poco falsa (mucho) y partí rumbo a la pista.
Ese viaje del 55 de Mataderos-Palermo se ganó el premio al más horrible de mi vida. Dolor de cabeza, lágrimas, muchos pensamientos y violentas ganas de matar. Por suerte apareció un pibito de unos 6 años que me hizo reír. Él también se rió, y me salvo de saltar por la ventana del bondi. Dicen que los chicos son ángeles, que están para recordarnos la alegría. Mentira, lo acabo de pensar.
Llegué, camine hasta el lago y me puse los rollers. Dos horas a puro vuelo.Vuelo de pingüino. Hermosa tarde, hermosa gente, hermosa brisa, el agua, el sol, las parejas, el viento en mi cara.
Hace un escaso mes que patino, me hace tan bien. Es cosa de ansiar toda la semana por un par de horas de patinar. Qué daría por tener una tecla que me dé una vida un poco lejos de esta. Con una pistita para patinar no?. Mi vida paralela empieza cuando cierro los ojos y sueño lo que quiero.
Nos vemos, nos leemos. Buena vida.