Perdón si desaparezco, pero no te necesito.
Nada más pido, música y silencio.
Sí, se puede lograr.
Perdón.
Necesito que no halla tiempo, que no existan las agujas del reloj,
que mi única prioridad sea respirar.
Necesito mirar al cielo, y sólo pensar cuan lejos están las estrellas,
que solo se escuche mi voz imitando acordes de una guitarra.
Necesito un mundo chato, simple y lleno de colores.
Necesito que las personas tengan pausa en la voz,
que solo muevan los labios. Porque al fin y al cabo, nadie dice nada.
Te llamé tanto, y ahora te pido perdón.