2 de julio de 2011

Ojeras de tanto estar.

Ser incondicional, de fierro, ella para todos y nadie para ella.
Saca lo mejor de si, hasta la última gota de jugo, y no recibe más que un karma injusto.

Pretende ser alguien especial para alguien, que él la vea a los ojos y mire un mundo, su mundo.
Y consigue bestias que solo aman a la luz de la luna joven.

Pide un mundo de canciones, lágrimas y encuentros de película.
Y encuentra una rutina con altas y bajas como la del resto de puto mundo.

Mira a su alrededor con colores y melodías, y sabe que cuando tropieza... la cuidad gris la baña en angustia.

Y si un día pudiera cantar y no parar. Llorar y no cesar. Reír hasta matar. Soñar y no despertar.
Pido no llorar siempre por lo mismo. Pido una cerveza y unos amigos.
Pido paz, un poco de paz adentro mio.