19 de febrero de 2011

Yo también puedo tener lo que quiero.


El que se va sin que lo echen, vuelve sin que lo llamen... y bueno, yo necesitaba a un hombre
sí, hombre JAJA Alguien que me acariciara por unas horas.
Todo el esfuerzo de meses para borrarlo de alguna parte de mi cabeza, y... en dos roces y medio, más tropezones y risas incoherentes terminamos recordando viejos tiempos, pedorros tiempos la verdad.
Tenía mis dudas, de sí sería casi suicidio tocarlo otra vez, y mi cabeza pensaba en forma "Ligth". La miré a mi amiga y ella le tiró una ojeada a el y se rió del pedo que yo tenía en sima y me dijo "Está bien boluda, anda"
Sonreí y tome fuerzas para mi suicidarme. Esta de más decirlo que mi sangre estaba licuada con alcohol, asique el impulso me llevo.
Me gustó. El suicido es tentador, y ahora tengo miedo de caer otra vez. Pero sobria pienso y ebria actúo con viveza.
Sé que él lo que quiere lo consigue. Eso me pone tan, tan loca que sé de donde sacar firmeza para decirle que no y se guarde su piratería bien el culo. Para decirle que puedo ir y volver cuando yo quiera, que lo odio, que ya no soy la mima pendeja que dejó, que sé bien quien soy carajo y que tiene dos faroles hermosos.
-Begin suicide-